Es una pieza que gira en torno al olvido como un término que incluye fenómenos como el silencio, la desarticulación, la erosión, y otros aspectos de la memoria.
Tres personas deambulan alrededor de una máquina para olvidar. La máquina es una instalación plástica y sonora que produce el efecto de desaparecer los recuerdos al darle vuelta a una manivela. Con esta máquina se juega con el tiempo como si fuera una construcción artificial, generando asociaciones libres.
La obra propone hacer diferentes juegos de acontecimientos en diferentes tiempos, en donde desdibujar el pasado es alterar el presente. La pieza consiste en habitar espacios en blanco e irlos rellenando, haciendo del cuerpo un testimonio y una representación.
Equipo: Iván Ontiveros, Edgar Pol y Katia Castañeda.